Curso bonificado Delegado Protección de Datos

Esta semana han contactado con nosotros varios clientes preocupados porque han recibido una llamada como esta:

– Hola, le llamo del Centro de Estafas Formativas, para ver si ya tienen hecho el curso de Delegado de Protección de Datos.
– ¿Cómo? ¿De qué curso me habla?
– Este año entra en vigor el Nuevo Reglamento de Protección de Datos y todas las empresas han de formar a alguno de sus empleados para que sea el Delegado de Protección de Datos, y si no lo hacen serán sancionadas. Afortunadamente, le podemos vender un cursito bonificado que solucionará todos sus males, y le saldrá gratis….

Pues bien, lo que dice el artículo 37.1 del Reglamento Europeo de Protección de datos, es esto:

El responsable y el encargado del tratamiento designarán un delegado de protección de datos siempre que:

a)  el tratamiento lo lleve a cabo una autoridad u organismo público, excepto los tribunales que actúen en ejercicio e su función judicial;
b)  las actividades principales del responsable o del encargado consistan en operaciones de tratamiento que, en razón de su naturaleza, alcance y/o fines, requieran una observación habitual y sistemática de interesados a gran escala, o
c)   las  actividades principales del  responsable o  del  encargado  consistan en  el  tratamiento  a  gran  escala de  categorías especiales de datos personales con arreglo al artículo 9 y de datos relativos a condenas e infracciones penales a que se refiere el artículo 10.

¿Observación habitual y sistemática de interesados a gran escala?
¿Tratamiento a gran escala de categorías especiales de datos.. y de datos relativos a condenas e infracciones penales?

Menos del 1% de las empresas lo necesitarán.

Y los que lo necesiten, no podrán formar a cualquiera con un cursito bonificado. Tendrán que contratar un experto en plantilla, o contratar el servicio con una empresa especializada.

Falso email de correos y cryptolocker

Hoy hemos recibido un correo «sospechoso».

01-email-phishing

 

Al seguir el enlace, además de confirmar a los hackers que tu dirección de correo electrónico es buena, el sistema te redirige a un dominio falso de correos:

04-correos-web-falsa

 

Una vez insertas el capcha, el sistema te descarga un fichero .zip

05-fichero-maligno-zip

 

El fichero ejecutable, lo hemos extraido al escritorio y lo hemos pasado por el antivirus AVAST actualizado. Este antivirus NO ha detectado que ese fichero es un troyano:

avast-no-detecta

 

Lógicamente hemos eliminado el fichero sin ejecutarlo.

Si lo hubiesemos hecho, habríamos instalado Cryptolocker en el ordenador, y el programa hubiese encriptado todos los ficheros de ofimática (e incluso otras extensiones de programas conocidos de contabilidad…) tanto del ordenador local, como del servidor (si este equipo hubiese tenido acceso al servidor).

Nos hubiesen exigido un rescate de unos 2500 euros, pagaderos en bitcoins no traceables.

Y da igual si pagas como si no, estás igual de fastidiado, porque lo normal es que ni siquiera pagando te envíen el programa de desencriptado.
Tienes más información de este troyano aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/CryptoLocker

MORALEJA:

Ni siquiera el antivirus actualizado te protegerá de amenazas como esta.

La solución pasa por tener empleados formados, que sepan identificar un correo falso, que sepan que no se deben descargar, ni mucho menos ejecutar programas no autorizados.
Si ello lo complementamos con medidas técnicas (filtrado de correos electrónicos, políticas de seguridad que impidan la instalación de software…) mejor que mejor.

 

Dirección postal de un profesional

A veces ocurre que como profesional tienes una dirección profesional distinta de la de tu domicilio personal.

En la información que facilitas a los clientes (y a otras personas que te puedan facilitar datos personales, como por ejemplo la que te entrega un CV), específicamente debes informarles de sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición. En esa información tienes que indicar una dirección postal a donde puedan dirigirse para ejercerlos.

¿Qué ocurre si un buen día decides cambiar de dirección? ¿Cómo pueden saber las personas que te facilitaron sus datos cómo contactar contigo para ejercer sus derechos?

Esa circunstancia está prevista en la Ley Orgánica de Protección de Datos, y por ello, cualquier empresa o profesional, para cumplir la LOPD tiene que inscribir sus ficheros en el Registro General de Protección de Datos (que es público, y accesible desde la página web de la Agencia Española de Protección de Datos).

Si el profesional o la empresa cambian de dirección, tendrán que solicitar a la Agencia de Protección de datos una modificación de sus ficheros para que en Registro General de Protección de datos esté siempre su dirección postal actualizada.

Por ello, como profesional, si cuentas con un establecimiento distinto a tu domicilio donde atiendes a tus clientes, siempre tienes dos opciones:

1) Indicar como dirección postal la del establecimiento
2) Indicar como dirección postal la de tu domicilio.

Puedes poner la que quieras, siempre que esté «operativa» y puedas recibir correspondencia. Siempre teniendo en cuenta que la dirección que indiques será pública por imperativo legal.

Uso de Whatsapp en la empresa

Varios clientes nos han preguntado si es legal utilizar el Whatsapp como herramienta de comunicación con los clientes.

La respuesta es sencilla: NO.

Como persona física, en tu teléfono, puedes utilizar las aplicaciones que quieras. Pero whatsapp es una aplicación de una empresa americana, y la Unión Europea considera que Estados Unidos NO tiene un nivel equivalente de protección de datos, por lo que haría falta un contrato específico de tratamiento de datos (que Whatsapp no te va a firmar) y una autorización del Director de la Agencia de Protección de datos (que no te va a conceder).

Para más inri, piensa que Whatsapp te presta un servicio gratuito, y a la que no le puedes exigir ningún contrato de confidencialidad. (Puedes pedirlo si quieres, pero no se van a tomar ni la molestia de contestarte.) Piensa que en un modelo de negocio en el que no pagas nada, el producto eres tú.
Por eso no es viable «hacer oficial» el uso del Whatsapp para una actividad profesional.

Compra de base de datos para envío de emails publicitarios

Resulta tentadora la idea de comprar una base de datos «legal» con «licencia para enviar correos electrónicos masivos».

Pero es como si compras una pistola con el número de serie borrado. Diga lo que diga el que te la vende, es ilegal, y si te pillan, te costará caro. Aunque tengas una factura oficial del pirata que te la ha vendido.

La LSSI es clara en este sentido. En su artículo 21 establece:

1. Queda prohibido el envío de comunicaciones publicitarias opromocionales por correo electrónico u otro medio de comunicación electrónica equivalente que previamente no hubieran sido solicitadas o expresamente autorizadas por los destinatarios de las mismas.

2. Lo dispuesto en el apartado anterior no será de aplicación cuando exista una relación contractual previa, siempre que el prestador hubiera obtenido de forma lícita los datos de contacto del destinatario y los empleara para el envío de comunicaciones comerciales referentes a productos o servicios de su propia empresa que sean similares a los que inicialmente fueron objeto de contratación con el cliente.
En todo caso, el prestador deberá ofrecer al destinatario la posibilidad de oponerse al tratamiento de sus datos con fines promocionales mediante un procedimiento sencillo y gratuito, tanto en el momento de recogida de los datos como en cada una de las comunicaciones comerciales que le dirija.
Cuando las comunicaciones hubieran sido remitidas por correo electrónico, dicho medio deberá consistir necesariamente en la inclusión de una dirección de correo electrónico u otra dirección electrónica válida donde pueda ejercitarse este derecho, quedando prohibido el envío de comunicaciones que no incluyan dicha dirección.

Visto lo visto, NO se puede comprar una BD «con consentimiento para enviar publicidad». (¿cómo se podía informar sobre la identidad y el uso que le va a dar un futuro comprador aún desconocido?)

La consecuencia inevitable es que resulta imposible que exista una base de datos  de correos electrónicos que se pueda usar legalmente para el envío de mensajes comerciales por parte de cualquier comprador.